Introducción.- Para interiorizarnos en el tema primero esclareceremos ciertas definiciones como: inteligencia, La palabra inteligencia proviene del latín intellegere, término compuesto de inter «entre» y legere «leer, escoger». La inteligencia permite elegir las mejores opciones para resolver un cuestionamiento La inteligencia es un concepto difícil de definir. Una definición sencilla la describe como la capacidad de generar información nueva combinando la que recibimos del exterior con aquella de la que disponemos en nuestra memoria. Se trata de una capacidad general que implica varios factores: el pensamiento abstracto dirigido hacia la resolución de problemas o en la capacidad de adquirir conocimientos. Personalmente es la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. Esclavizar, Someter o dirigir con fuerza y duramente el comportamiento de alguien o conducirlo a un estado de esclavitud. Tener a alguien fuertemente dominado o hacerle trabajar mucho y con excesivo rigor, de forma particular podríamos decir que es la situación en la cual una persona es propiedad de otra según las relaciones productivas, evolución económica y/o la época en la que se vivió sus distintas etapas. Entonces: podríamos definir como facultades o conocimientos capaces de someternos y dirigir nuestro comportamiento a determinadas acciones.
Desarrollo.- Las emociones y pensamientos son nuestras compañeras más cotidianas: enhebran, definen y pintan con múltiples tonos el paisaje de nuestros días. Pero como transparentan las expresiones que abren, le tememos a su influjo, imaginándolas como llamaradas incontrolables que nos esclavizan y nos roban de nuestra capacidad de responder libre y racionalmente.
No es de sorprender. Por siglos, la filosofía, la psicología y la religión han tendido a asociar las pasiones con “bajos impulsos”, apetitos y reacciones irracionales y poco dignas de la civilización que supimos procurarnos. Esta actitud de desdén nos lleva a desentender lo que sentimos, particularmente cuando se trata de emociones aflictivas -mal llamadas “negativas”- como el miedo, el enojo, la culpa, la tristeza, la frustración, el agobio, la vergüenza, los celos, la envidia. Cada una de estas emociones tiene un mensaje que aportarnos, una información valiosa acerca de qué anhelamos, qué nos importa, qué necesitamos de los demás, qué reglas son importantes para nosotros, qué pérdidas nos duelen, qué afectos queremos preservar.
En la introducción a su magnífica obra La sabiduría de las emociones, el psiquiatra argentino Norberto Levy señala: “Del mismo modo que las luces del tablero de mandos del automóvil se encienden e indican que ha subido la temperatura o queda poco combustible, cada emoción es una luz de tonalidad específica que se enciende e indica que existe un problema a resolver”.
Como las emociones aflictivas creadas en nuestra inteligencia nos causan sufrimiento y nos producen rechazo, hacemos cualquier cosa por ignorar esas señales, distraernos de ellas y “superarlas” rápidamente. Intentamos poner fin por decreto a nuestra tristeza, por ejemplo, y en su lugar quedamos atrapados en una vaga sensación de desánimo que nos separa del mundo y nos anestesia. Reprimimos nuestro enojo, y su energía contenida nos lleva a hacer o decir cosas que luego lamentamos.
Teniendo un sinfín de puntos bastante amplios de tratar, utilizando numerosas alternativas como ser tecnología, moda, estándares sociales, política partidaria, religión, etc. Llamados por la Masonería DEFECTOS DE HERENCIA, Seria utópico poder abarcar todos estos ostentosos y extensos temas, teniendo cada vuestro hermano sus respectivos argumentos para poder hacer conocer y respetar vuestra verdad o punto de vista. Entonces para no acaparar estas amplias tesis tendríamos que dirigirnos a donde más nos llame la atención por relevar la importancia de la misma LA RELIGION.
El concepto de religión tiene su origen en el término latino religĭo y se refiere al credo y a los conocimientos dogmáticos sobre una entidad divina. La religión implica un vínculo entre el hombre y Dios o los dioses; de acuerdo a sus creencias, la persona regirá su comportamiento según una cierta moral e incurrirá en determinados ritos (como el rezo, las procesiones, etc.). Donde nos llama la atención el dogma, de acuerdo al Diccionario Elaborado por la Real Academia Española es una “proposición que se asienta por firme y cierta, como principio innegable”, Punto esencial de una religión, una doctrina o un sistema de pensamiento que se tiene por real y seguro, que no puede ponerse en duda dentro de su sistema.
Y yo os pregunto hermanos: ¿dónde queda la elección de hombres libres, sin imposiciones; la purificación por esfuerzo propio sin intervenciones extrahumanas, donde se ubica la búsqueda de la verdad y justicia?
Permitidme preponderar algunas citas de nuestra iniciación ya que es en ese magno acto donde en verdad nacemos nuevamente a la vida capaces no solo de elegir sino también de labrar y esculpir nuestro propio camino. En este solemne acto el V:. M:. nos dice:
“El problema de la divinidad, o acaso mejor planteado, del origen del universo y de sus fenómenos, en cuanto permanece ignorado para la razón humana, es el fundamento de las religiones y ha sido el martirio de muchas escuelas filosóficas. Creyentes, pensadores y sabios resultan a este respecto, divididos por límites infranqueables, utilizados como signos de alianza entre incrédulos y creyentes y como incógnita formidable para la ciencia… La masonería busca la verdad sin exclusivismos y sin pretender ser su maestro infalible”
Todo esto nos recuerdo, que la práctica de la TOLERANCIA no solo respeta sino también valora cada creencia propia aunque esta sea representada con mucha vehemencia o simplemente no exista. La masonería nos empuja a ilustrarnos y enderezar con rectitud nuestros naturales ímpetus a que muráis a todo engaño… juzgar a los hombres por sus acciones y sus hábitos, consagrar sus esfuerzos a la redención por sí mismos y no así por la burda presión del mundo profano ya tergiversado y esclavizado por el mismo ambiente social impuesto por algunas corrientes dogmáticas erróneas para aquellas personas que somos libres de pensamiento.
Conclusión.- No vivir como ignorante, esclavo de las preocupaciones u obedecer a los impulsos de la pasión y no ser víctimas infelices de flaquezas y sobre todo de carencias de carácter. Consagrar y aumentar sus esfuerzos para la redención por sí mismos, aspirar siempre a la inteligencia esclarecida, ya que es la Francmasonería que nos quitó la venda y nos muestra la luz, la luz de la verdad para nuestra inteligencia, y así poder esculpir y seguir puliendo nuestra piedra bruta hasta poder alcanzar una conciencia propia de nuestra realidad.
El camino de la vida es y puede ser libre y bello; pero hemos perdido ese camino. La avaricia ha envenenado el alma de los hombres, ha levantado en el mundo barricadas de odio, nos ha llevado al paso de la oca a la miseria y a la matanza. Hemos aumentado la velocidad, pro nos hemos encerrado nosotros mismos dentro de ella. La maquinaria que proporcionaba abundancia, nos ha dejado en la indigencia. Nuestra ciencia nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y faltos de sentimientos. Pensamos demasiado y sentimos demasiado poco. Los impulsadores y luchadores de ideales se han perdido o maquinizado.
Más que maquinaria, necesitamos humanidad. Más que inteligencia y tecnología, necesitamos amabilidad y cortesía. Sin estas cualidades, la vida será violenta y todo se perderá.
He cumplido V.M.
H:. C:. JHERSON MAX ANGULO ROMERO
Valle de Cochabamba 7 de Septiembre de 2017 e:. v:.
Bibliografía
EdiciónReservada RITUAL Y CATECISMO
Terrazas Benítez Adolfo LOS 33 TEMAS DEL APRENDIZ MASON
Internet
Templo masónico https://es.wikipedia.org/wiki/Templo_masónico
Diccionario de Oxford https://es.oxforddictionaries.com/definicion/esclavizar
Mason yomason.com/index.php?option=com_content&view…templo…